- Año: 2015
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Fotografías:Amit Geron
"Hay que aprender. Todos los hombres tienen en común esa capacidad de experimentar el placer y la pena. Pero esa similitud sólo es una virtualidad que cada uno debe verificar. Y tal vez ésta sólo pueda verificarse por el largo camino de lo diferente." Jaques Rancière, El Maestro Ignorante.
La nueva escuela francesa, "Marc Chagall", se emplaza en el barrio de Neve Tzedek en Tel Aviv, y se compone de dos volúmenes. El volumen principal se ha construido en torno a un antiguo patio, un patio abierto al que se enfrentan las salas de clases y la escalera "suspendida". Alrededor de este petit-jardín, que es el foco excéntrico de los caminos del edificio, dos escaleras crecen a sus lados creando una escalera doble, que termina en la planta superior de un nuevo espacio abierto, un punto de encuentro para los estudiantes. De todos modos, la característica principal de estas escaleras es seguir su camino de forma doble y asimétrica, tanto a nivel interno, desde el tramo de escaleras frente al patio, y desde el jardín principal de la escuela. Este camino directo, que conduce desde el exterior a la primera planta, es uno de los principales elementos de la fachada, que se orienta hacia el antiguo edificio y hace que el visitante mire hacia el cielo. El segundo volumen es una amplia clase junto al volumen principal.
-Las fachadas de la Escuela Marc Chagall sonríen -
Con estas pocas y simples palabras un joven estudiante describe nuestra idea de construir una inusual cáscara alrededor del edificio. Cada fachada le da al niño una visión diferente de la construcción, también un homenaje a las obras maestras de Chagall. Como en un sueño, en donde se mezclan los diferentes argumentos y se apoyan entre sí, las figuras de Sobre el Pueblo (1914) aparecen en la fachada frente a la Calle Shluss. La imagen cambia según el ángulo de visión, si alguien se acerca, sus rasgos cambian.
30 paneles ópticos de aluminio, de diferentes medidas y creados para la pintura gracias al sistema de píxeles 3D, transforman los colores de la imagen a varias y pequeñas sombras creadas por la peculiar forma de la superficie de los paneles, por lo que la imagen es casi un holograma. Esto crea un tejido óptico que cambia de acuerdo al punto de vista del observador, o según la diferente difusión de la luz artificial durante la noche. La fachada subraya la idea del Chagall acerca de la ciudad cruzada por figuras, animales y objetos que flotan en el aire contra las leyes del tiempo y la gravedad. En la fachada poniente se accede al patio, que conduce a los salones de clase, el profundo paso de la escalera y una larga fila de ventanas, que reciben la luz del sol desde el poniente. En el largo muro blanco hay finos paneles de vidrio con colores puros, no mezclados: celeste, naranja, rojo, amarillo, azul; banderas de lugares imaginarios que sólo los niños pueden ver.
Estos fragmentos de luces de colores se unen a la planta a través de delgados cables de acero, que apoyan las plantas trepadoras: las glicinias púrpuras en la fachada oriente y los jazmines en la fachada poniente. Se levantan lentamente desde el suelo hacia el techo como en el cuento de Jack y las Habichuelas Mágicas. Los cuentos son una fuente de libertad, que el maestro Chagall era capaz de transmitir con sus obras.
Los colores continúan también en los pisos de los amplios salones de clases, que se enfrentan al verde que las rodea o al mar. Las aberturas fueron pensadas para captar las partes más interesantes del panorama urbano de Tel Aviv. La escuela presenta diferentes grados de luminosidad gracias a la doble línea de ventanas y el patio interior, que proporciona también ventilación natural.
